Otras regiones pueden perder de vista su pasado, pero en Extremadura la juventud recuerda la tradición de nuestros tiempos anteriores.

“Sigan ustedes sabiendo que, más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.”, cita la inscripción de este busto conmemorativo.

Si en algún lugar entienden de buenos anfitriones, es en Campanario, pueblo en el que cada Lunes de Pascua los lugareños reciben con los brazos abiertos a los visitantes y los hacen sentir como en casa.

No en vano el trigo, la vid y el olivo son productos básicos y reconocidos en la agricultura mediterránea, y en Tierra de Barros lo saben muy bien.